Hemos estado 5 días la familia (en total 11) con abuelos, niños y adultos, y ha sido un alojamiento estupendo para todos.
En la planta baja hay una habitación doble y un baño ideales para los más mayores que así no tienen que subir escaleras. En la planta de arriba estaban el resto de habitaciones con un tamaño muy aceptable (la principal era enorme) con baños muy espaciosos. Dos salones con espacio suficiente abajo bien fresquitos gracias a los enormes muros de piedra de la casa. La cocina muy amplia con hasta el último detalle de utensilios y electrodomésticos que necesitaras.
Y lo mejor el porche con vistas al embalse y con un cielo estrellado por la noche de escándalo.
Todo muy limpio y organizado y tanto Alfonso el dueño, como Raúl el jardinero y Lucia la mujer que limpia, encantadores y amables. Nos han hecho la estancia muy fácil y acogedora.
El entorno muy bonito, con restaurantes cerca y actividades varias para todas las edades.
De 10 todo, no tengo nada que objetar.
Si podemos volveremos sin duda.